Cada vez que me enfermo, es mi sistema respiratorio el que se resiente. Anginas, tos, gripe, bronquitis, bronquiolitis, anyway....lo que fuera que pertenezca a ese sistema se arruina, me traiciona, me obliga a frenar y quedarme en casa...
Entonces es cuando se me ocurre que lo que me pasa es sólo una traición de mi mente, mis emociones o mi subconciente, como prefieran llamarlo. Yo solita me lo produzco, yo solita me obligo a recluirme y descansar.
Pero esta teoría tiene un lado incómodo, muy incómodo. Me aburre ser responsable de mis dolencias, asi que he decidido girar mi cosmovisión en un volantazo feroz y hacer definitivamente responsable de mis achaques a la madrenaturaleza, la biología, los microorganismos y el contagio.
La garganta me duele igual...pero no me siento culpable.
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