martes, 27 de septiembre de 2011

Asado al horno con papas

Literalmente.

Es la comida de hoy a la noche.

Caso cerrado

Aparecieron las sandalias. Bah, todavía no, pero ya sé dónde estuvieron....y es más rara la sensación que tengo ahora que la que tenía antes de saber su paradero.

En fin...

lunes, 26 de septiembre de 2011

Mal humor

Sigo sin encontrar las (benditas) sandalias y ya ordené todos los roperos. Esto no es justo.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Odio perder cosas

Soy muy desorganizada, o bastante, lo tengo completamente asumido. Pero creo, contradiciendo al dicho, que el orden de las ideas precede al orden de las cosas. Así que de costumbre, no me importa que mis pertenencias esten desparramadas por allí, pues yo sé dónde es que están desparramadas.

Pero desde ayer estoy como loca, revisando cada rincón de la casa. Estoy buscando unas sandalias nuevas, divinas, increíiiiibles, que me compré en la liquidación de Ralph Lauren, un amor a un precio mucho más que razonable. Y no las puedo hallar.

En el mientras tanto de mi frenética búsqueda, ya arreglé el ropero de la ropa de invierno, desheché dos bolsas gigantes de carteras olvidables, remeras de color indefinido y medias solitarias. También noté la necesidad de comprarme dos o tres cajas donde guardar la ropa de la otra estación, de modo de ser más prolija. Ordené, antes que nada, el guardazapatos, mi ropero y hasta la mesa de luz. Y nada. Las muy malditas deben estar riéndose de mí y de mi desesperación en algun insólito lugar.

Trato de pensar en otra cosa...pero no puedo.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Meditando

Sobre los pros y contras de tener tantos hermanos.

Estoy como acelerada, lo sé

Tanto tiempo sin escribir por acá...que ahora como que me aceleré.

Lo peor es que después de tanta cuidadosa intervención en fb ahora me sale el monstruosinfiltro. Sepan disculpar.

De anginas y (auto)responsabilidades

Cada vez que me enfermo, es mi sistema respiratorio el que se resiente. Anginas, tos, gripe, bronquitis, bronquiolitis, anyway....lo que fuera que pertenezca a ese sistema se arruina, me traiciona, me obliga a frenar y quedarme en casa...

Entonces es cuando se me ocurre que lo que me pasa es sólo una traición de mi mente, mis emociones o mi subconciente, como prefieran llamarlo. Yo solita me lo produzco, yo solita me obligo a recluirme y descansar.

Pero esta teoría tiene un lado incómodo, muy incómodo. Me aburre ser responsable de mis dolencias, asi que he decidido girar mi cosmovisión en un volantazo feroz y hacer definitivamente responsable de mis achaques a la madrenaturaleza, la biología, los microorganismos y el contagio.

La garganta me duele igual...pero no me siento culpable.

martes, 20 de septiembre de 2011

Dos fiestas y ninguna intención de celebrar

Hace como un mes, o veinte dias, o algo así, mientras mirábamos una serie con Gus y esperábamos que fuera la hora de pensar en la comida, sonó el teléfono. Número de Recoleta. Gus atiende y me pasa.

Del otro lado del maldito aparato una ola gigantesca de pasado me arrasó. Hola Mechi, soy Mariu. Traté de sonar natural, relajada, adulta y superada. Obvio que sin conseguirlo. Entonces me cuenta que cumplimos veinte años de egresadas del colegio, que se reúnen y que me quiere agregar a la lista de mails que intenta poner de acuerdo a todas en un día y una hora.

Me despido como puedo y me quedo totalmente descentrada y aturdida. Me aturden los veinte años, el paso del tiempo, la vida que no frena. Y me descentra porque de golpe vuelvo a tener 16, tengo el uniforme demasiado nuevo y demasiado largo...demasiado "reglamentario". Otra vez estoy de pie frente a 46 adolescentes que me miran desde el altar de sus espacios consolidados. Otra vez se mueren mis viejos, otra vez dejo mi casa, otra vez armo una nueva, otra vez estoy ahi, intentando descifrar unos códigos ajenos. Ufff. Y yo que sólo quería descansar mi mente antes de cocinar.....

Entonces la adulta que soy toma el control de la situación, me recuerda que el tiempo sí pasó y que no tengo porqué ir a un lugar que no quiero. Listo, lo decido y lo hago. Le cuento a Mad, que de entre estas 46 fue la única que perduró -y cómo- en mi vida. Sería divertido, me dice. Y creo que sí, lo sería, si no tuviera tanto miedo de bajarme del auto y tener 16 vulnerables años. Sólo que tengo 38, estoy más arrugada, más gorda y más vieja. Y mucho menos tolerante.
Y entonces mando el mail amable diciendo que no voy. Y me tranquilizo, me relajo y toda mi vida vuelve a tener el color que yo le doy.

Pero nada es para siempre....el pasado se empeña en regresar y ahora me invitan a otra fiesta de veinte años de egresados, de la escuela de la que me fui cuando tenia 16...Eso sí, lo bueno es que la convocatoria es por feisbuk y ni siquiera tengo que responder.

Asociando tantas cosas

Supongo que a todos les pasa lo mismo...o no. Pero mi cerebro funciona como una enorme red de pescador, en la que cada nudo me lleva, recorriendo un poco de hilo, a otro nudo, a otro y así sucesivamente. Tanto que a veces me divierte desandar el camino de lo pensado y tratar de rescatar el pensamiento, la emoción o lo que fuera que disparó la carrera.

También me gusta, cuando no me toca manejar, mirar abstraída los carteles de la calle y de golpe visualizar uno, entre todos los que sin querer miré y apurarme para localizarlo con los ojos, antes de que la cuadra se termine y me quede la duda horrible de dónde estaba el famoso cartel. Es como una prueba de neurótica controladora del azar visual. Así me gusta pensarlo.

Y aunque los ejemplos parezcan distintos, son iguales. Así es como me gusta andar por la vida. Camino, corro, a veces hasta siento que todo pasa tan rápido que no lo puedo ver...Entonces creo este espacio, que es mi manera de encontrar los nudos y las letras que marcan mi calendario.

Regresando

Hace tiempo que dejé este espacio. Me cooptó la inmediatez del facebook, la posibilidad de ver a las personas que una quiere en el ir y venir de la vida cotidiana. Pero al igual que muchos, supongo que casi todos, la red en cuestión no me da el lugar para ser yo...siento que me edito en cada frase que escribo.

Así que regreso.

Este es mi tercer blog.